"Para vivir el hombre debe actuar; para actuar, debe tomar decisiones; para tomar decisiones, debe definir un código de valores; para definir un código de valores debe saber qué es y dónde está -esto es, debe conocer su propia naturaleza (incluyendo sus medios de conocimiento) y la naturaleza del universo en el cual actúa- esto es, necesita metafísica, epistemología y ética, lo cual significa filosofía. No puede escapar de esta necesidad, su única alternativa es que la Filosofía que guía su vida sea escogida por su mente o por la casualidad." Ayn Rand

sábado, 10 de mayo de 2014


Bases de la Epistemología a Comienzos del Siglo XXI





       El propósito de esta intervención  es discutir las más  flamantes tendencias en el desarrollo de la epistemología, en este siglo XXI,   Toda esta discusión de bases  epistémicas tiene sentido sólo dentro de un marco de continuidad, de herencias y rupturas diacrónicas, y, sobre todo, por referencia a una cierto esquema de fondo que, hipotéticamente, explica y resulta responsable del surgimiento de esas tendencias y de sus variaciones diferenciales., tal como lo expresa Martínez (2010)  “Las realidades del mundo actual han ido adquiriendo un nivel de complejidad creciente cada vez más intrincado y enrevesado”.
          Para poder dar razón de un concepto aceptable en estos tiempos convulsionados, se debe atender el surgimiento de nuevos problemas, el replanteamiento de antiguos problemas,  las nuevas propuestas de solución y nuevas vías de exploración.  Por estas razones, entre otras, las intenciones de esta exposición no están concebidas en un sentido dogmático ni se pretende en modo alguno sentar cátedra o definir seguridades. Todo lo dicho aquí tiene más bien un sentido hipotético, conjetural, de planteamientos que puedan ser discutidos, criticados y evaluados, siempre dentro de una función didáctico-aplicativa que pueda servir de aporte para el mejoramiento de los procesos investigativos universitarios en el seno de los programas de postgrado.

Hacia un Nuevo Enfoque de la Ciencia
Existe  un acuerdo mínimo generalizado en que la epistemología tiene que ver con el conocimiento,  el conocimiento con la ciencia y la investigación.  Es aquí en esta encrucijada  que surgen no sólo las diferencias, sino también las dificultades y los problemas, según palabras de  Martínez, “Estamos llegando a la adopción de un nuevo concepto de la racionalidad científica, de un nuevo paradigma epistemológico”
En la opinión de quienes comentamos este artículo, se cree que  todos tenemos determinados filtros preteóricos, precognitivos, que condicionan el modo en que conocemos y que implican ciertas preconcepciones sobre qué es el conocimiento y sobre cuáles son sus vías legítimas de producción y validación. No obstante se debe  ponderar que este escenario no es algo trivial, ni circunstancial; el problema es mucho más difícil y serio: su raíz llega hasta las disposiciones  de juicio  de nuestra mente, hasta los procesos que sigue nuestra gnosis  en el modo de conceptualizar y dar sentido a las realidades y todo ello bajo el ultimátum de dejar sin una vía de salida  y sin un horizonte  nuestros conocimientos considerados como los más seguros por ser irrefutables.

El Conocimiento y sus Procesos Mentales
            En este aspecto surge lo que muchos teóricos dieron por llamar la complejidad de la mente, y  es un espécimen que emerge debido a la crisis que presenta el paradigma científico en su forma de hacer ciencia. El conocimiento no está fragmentado en la realidad, el sujeto existe e investiga una realidad tanto en forma objetiva como subjetiva. El determinismo vigente en la modernidad se ha tornado en indeterminación e incertidumbre, múltiples causas influyen sobre un evento el cual puede ser producto, pero a la vez causante.
          Es en este aspecto donde las bases  epistémicas tiene sentido sólo dentro de un marco de continuidad, de herencias y rupturas diacrónicas, ya que desde tiempos remotos al actual, el hombre no ha cejado en la búsqueda del conocimiento, primero fue dogmático, luego filosófico y seguidamente dio paso al científico o a la epistemología
En este siglo y después de la quimera del pasado, que  hizo creer que la ciencia nos conduciría a un futuro de progreso infinito, y después de la desconsolada experiencia de Hiroshima, Nagasaki y Chernóbil, sabemos que la ciencia es ambivalente y que ya dispone del arsenal nuclear suficiente para convertir el planeta entero en un montón de cenizas y tan estéril como los demás planetas de nuestro sistema solar. Por ello, cobra suma importancia el papel de los estudios de sustentabilidad del medio ambiente y del papel que juega la Ética.

 El gran problema
         Al hacernos la pregunta ¿Cómo hacer epistemología o conocimiento científico? surge aquí el gran problema, que nos lleva a la búsqueda que tiene como propósito indagar, reflexionar, interpretar y problematizar a través de un análisis crítico, desde distintos ángulos, los principios del método científico y el pensamiento moderno para confrontarlos con la realidad presente y de esta manera interpretarlos bajo la óptica de otros enfoques epistemológicos como son la complejidad del pensamiento.
Esta información propicia la reconstrucción y la reintroducción de saberes con lo cual hace su aparición el principio: reintroducción. Por último envolviendo al sujeto para que no se sienta inmerso e irremediablemente perdido en las contradicciones debe asumir el principio: autonomía y dependencia o de auto-eco-organización que le posibilita los caminos epistemológicos para generar nuevas conocimientos que le permitan afrontar el devenir con seguridad


Autores:
Carruido María Alejandra
          Esteller Yojailer
     Sosa Ninoska
              Velásquez María B.


mari_ale35@hotmail.com
yojailer@gmail.com
ninoskasosa811@gmail.com



LA FILOSOFÍA, UN ESTILO DE VIDA



                    
     El filósofo André Comte-Sponville, en su entrevista realizada por Carlos Alfiere, deja claramente expreso  el rol de la filosofía en su vida.  Expresa que la filosofía no debe aprehenderse como una disciplina profesional  sino como una herramienta de vida. Un estilo que le permite sentirse pleno, mantener una actitud existencial que lo mantenga dentro de los  márgenes de la realidad pero con una pregunta a diario de lo que se trata la vida, el mundo, lo que lo rodea, y que hay más allá. Por el contrario de su pensamiento, amonesta la filosofía como ciencia,  vista solo como búsqueda de la razón y de la lógica, que aparta el sentido  el humanista y el significado originario de la filosofía en sí, que es el amor a esa búsqueda de la sabiduría. El amor y la pasión a lo real que va más allá de lo visiblemente observable, es lo que busca la filosofía.

       Según Comte-Sponville,  la filosofía recurre un camino entre preguntas y respuestas que le ayuda a fortalecer y crear un  discurso. Este discurso, es sin duda el que cuenta lo que ha encontrado en ese devenir de incógnitas y respuestas, es decir, lo que descubre, el conocimiento, la sabiduría. Esto es lo que su afirmación la posición que mantiene, entre la dificultad de la filosofía y lo que llama “la pura sencillez del mundo” plantea que la filosofía es casi por definición, diría yo, complicada, es una disciplina intelectual ardua, abstracta. Pero por el contrario, la sabiduría está del lado de la simplicidad. La diferencia que hay entre la filosofía y la sabiduría radica en que la primera es una cualidad del discurso, mientras que la segunda es una cierta cualidad del silencio. La paradoja de la filosofía consiste en poner el discurso al servicio del silencio. No se trata de hablar por hablar, sino de hablar para vivir. Es entendido como que el discurso hace ruido para poder expresar esa sabiduría que no encuentra como hacerlo. El discurso al servicio de la sabiduría.

     Por este mismo modo de encontrar la manera de expresar, la filosofía de Comte-Sponville  es la filosofía de lo real, de la vida, de amar, conocer, aceptar, reflexionar y de transformar el mundo. El mundo diario que se ocupa de entorpecer el mínimo de grado de felicidad conque es posible ver la vida. El hábito de filosofar, puede crearse, no es obligatorio pero sí necesario. El hecho de hacerlo permite no conformarse con lo que existe a simple vista, por el contrario, de manera pensativa permite exigir más de lo que está objetivamente en la vida. Es por esto que Comte-Sponville dice que este tipo de personas, los que filosofan  son menos felices que las que viven el día a día sin pensar de manera filosófica las cosas.

     En concordancia con lo anterior, Comte-Sponville concluye que “El fin de la filosofía es la felicidad”, cuando ya no hay nada que pensar ni esperar de nada ni nadie. Por eso, él reflexiona y filosofa a diario, desde que se levanta, porque necesita llegar a lograr despertarse como aquella gente que despierta feliz y sin angustias.

      La Filosofía creadora, observadora, la que se hace a diario y a profundidad, permite elevar a quien la practica a una experiencia humana. No obstante, es el día a día quien te enseña a filosofar, te invitar a descubrir el mundo de lo real.




Autores:
Carruido María Alejandra
          Esteller Yojailer
     Sosa Ninoska
              Velásquez María B.


mari_ale35@hotmail.com
yojailer@gmail.com
ninoskasosa811@gmail.com

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